Maitane Zalduegi; coreógrafa, profesora de jazz-dance (estilo propio del teatro musical) de varios niveles en la escuela de baile La Alameda entre los que hay un grupo de bailarines profesionales, profesora en Getxo Antzerki Eskola, miembro y fundadora de la asociación Teatro Musical “Tiki TitÁ” junto con Itziar Lazkano y Gurutze Beitia. Una persona que transmite a sus alumnas y alumnos día a día la gran energía que posee.
Quedamos en La Alameda. La música ya inundaba la escuela en cuanto entré. Recorro el pasillo y en la primera clase encuentro a la coreógrafa, bailando en una sala llena de espejos. Nada más verme esboza una sonrisa y me invita a sentarme en un banco de la misma sala, donde mantuvimos una conversación agradable y fluida.
Saray Ortiz. ¿Qué te llevó al baile?
Maitane Zalduegi. (Ríe ante la primera pregunta) “Es una historia larga. Mis padres eran bailarines; además, mi madre concertista de piano y mi padre actor. Los seis hermanos estamos metidos en el mundo de las artes escénicas”.
S.O ¿Te gustaba bailar desde niña?
M.Z “De pequeña lo odiaba. El estar todos en casa metidos en este mundo hacía que lo odiara. Pero a los 18 se me abrieron las puertas. Creo que siempre me gustó, pero lo descubrí entonces”.
S.O ¿Con qué estilo comenzaste?
M.Z “Primero fui a Londres, pero comencé en serio en Barcelona practicando seis horas al día principalmente con contemporáneo, clásico y jazz-dance”.
S.O ¿Y hay algún estilo que te habría gustado aprender?
M.Z “Siempre me ha gustado el claqué. Y un estilo de ahora, hip-hop”.
S.O ¿Te animarías ahora?
M.Z “Estoy tomando clases de claqué”.
S.O ¿Recuerdas tu primera actuación profesional? ¿Donde fue?
M.Z “Sí, en Barcelona, en el Teatro Tívoli y con el musical Evita”.
S.O ¿Sobre qué escenario te gustaría actuar?
M.Z “Más que escenario, me habría gustado en musicales como Chicago”.
S.O ¿Y con qué bailarín o bailarina?
M.Z “Más que con algún bailarín o bailarina, me habría gustado trabajar con coreógrafos como Bob Fosse y Jerome Robbins”.
S.O Entre otros sitios has actuado en el Arriaga, ¿cómo es la sensación de estar en un lugar tan importante y ante tantas personas?
M.Z “El público impresiona siempre. Cuando uno respeta su trabajo te impone lo mismo un teatro pequeño que uno grande”.
S.O ¿Cuántas horas le dedicas al día a bailar?
M.Z “Las 24 horas, es mi profesión. Lo que es bailar, una media de tres-cuatro horas diarias y el resto diseñando coreografías”.
S.O ¿Has estado en muchas academias o compañías?
M.Z “Cuando estuve en Madrid y Barcelona, además de formarme pude vivir como bailarina profesional, trabajé en musicales como Jesucristo Superstar, en T.V., etc. Cuando vine a Bilbao las clases fueron mi modus vivendi. A veces salían trabajos de bailarina, y a medida que han pasado los años me he consolidado como coreógrafa, Pero nunca he dejado de dar clases”.
Actualmente estoy como profesoraen la asociación de Teatro Musical con Itziar Lazkano y Gurutze Beitia; en la Escuela de Teatro de Getxo, en la escuela de baile La Alameda” y dando unos cursos de teatro musical para el ayuntamiento de Bilbao (Cultura). Y con las obras “Sekula bai”, “Hienas rellenas”, “Vaya semanita” y “Arratoitxu Pinpirina” como coreógrafa.
S.O Desde mi punto de vista como participante de tus coreografías y desde el punto de vista del público, la puesta en escena es alucinante, ¿de dónde sacas la inspiración?
M.Z “<<Qué casualidad que la inspiración me pille siempre trabajando>> cita. Creo en el trabajo, pensar que hay que mejorar las cosas. No conformarme, ser peleona, estudiar, ver trabajos de otros coreógrafos… es trabajo” combinado con dedicación y amor a lo que uno hace.
S.O ¿Alguna lesión te ha impedido participar en alguna actuación?
M.Z “Sí, muchas. Sobre todo al dar clases, un día, practico con las alumnas excesivas repeticiones, otro, la parte derecha únicamente, otro, una zona del cuerpo concreta, y no consigo tener un equilibrio muscular correcto. Normalmente son lesiones por estrés muscular por sobre repeticiones de un ejercicio. Te maltrata el cuerpo, también la edad. Los pocos minutos de tiempo libre se lo dedico a mis hijos, ahora que son algo mayores estoy empezando a dedicarlos un poco a mí, y estoy yendo al gimnasio a unas máquinas para corregir las descompensaciones musculares”.
S.O Siempre se ha oído que el mundo del espectáculo es peligroso por el tipo de compañías, ¿qué opinas al respecto?
M.Z “Hay que tener cuidado, hay tanta competencia… El añadido es que cuando empiezas esta carrera eres joven, te pilla de niño. Trabajas muy cercana a la gente, hay muchas emociones de por medio, hablas de cosas íntimas, aprendes a tener una mente más abierta que en otras profesiones. Hay mucha más competencia agresiva que en otras profesiones.
Por otro, es un mundo inseguro, no tienes trabajo para el resto de tu vida. En un año puedes hacer cuatro o cinco trabajos. Es difícil que te atrevas a asentarte. No sabes qué va a ser de ti el año que viene”.
Saray Ortiz Crespo
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